Una de las consultas que con mayor frecuencia recibo por parte de los lectores de Gananci es que no saben cómo lograr sus objetivos porque se distraen y no saben bien cómo concentrarse a la hora de elegir una idea de negocio y dar el primer paso.

Empiezas con muchas ganas, fuerza e ilusión a organizar todo lo necesario para lanzar ese proyecto; pero poco a poco, vas perdiendo fuelle y ánimo para seguir adelante con tu idea.

¿A ti también te ha pasado esto?

Si es así, probablemente la razón número uno por la que te suceda es porque tienes grandes deseos de ver resultados YA y generar ingresos cuanto antes.

Pero iniciar un negocio es igual que construir una casa: no puedes empezar construyéndola por el tejado.

Como todo lo que vale la pena en esta vida, requiere de cierto esfuerzo, trabajo, tiempo, y organización; sobre todo mucha organización.

Cuando tus ansias por lograr tus objetivos para ver resultados inmediatos te pueden, entonces empieza la desconcentración: quieres abarcar varias tareas a la vez, te pones nervioso cuando aparece un obstáculo porque eso ralentizará llegar antes a tu meta…

Y al final, terminas por no conseguir nada, pensando que es una meta imposible, y angustiándote incluso.

Por eso en este artículo voy a mostrarte cómo TÚ puedes concentrarte mejor para alcanzar tu meta, sea cual sea: desde empezar un negocio, aprender un nuevo idioma, o incluso ¡ponerte en forma para el verano!

 

1. Decide qué es lo que quieres conseguir

Antes de empezar tu camino, debes pensar bien qué es lo que realmente quieres conseguir. Esto puede parecerte una tontería, pero es el punto más importante de todos.

¿Cuántas veces te has dicho a ti mismo frases como “quiero adelgazar”, “me gustaría ganar más dinero”, o “quiero empezar mi propio negocio”? Muchas.

Es estupendo que cuentes con una aproximación de lo que quieres conseguir; pero esa idea que está atrapada en tu cabeza debe ser más específica y concreta para hacerla realidad.

 

 

No pienses que quieres adelgazar: piensa cuántos kilos EXACTOS quieres perder.

No pienses en empezar un negocio: piensa qué negocio CONCRETO es el que deseas iniciar.

Muchas veces tiramos la toalla antes de la línea de salida porque ni siquiera sabemos a dónde nos dirigimos. Y eso dificulta mucho el proceso para organizar los pasos que nos llevarán hasta la meta.

Así que siéntate unos cuantos minutos a hablar contigo mismo tranquilamente, y analiza poco a poco qué es lo que quieres conseguir.

Y aquí viene la segunda parte más importante de este paso: no te preocupes por lo que los demás quieren para ti.

 

 

Hay muchos estudios que demuestran que, cuando tus objetivos tienen un significado personal, estarás más predipuesto a conseguirlos.

Considera estos tres aspectos:

• Cuando nos preguntamos “¿qué es lo que quiero?” a menudo tenemos también en cuenta lo que nuestras familias y amigos quieren para nosotros. Debes encontrar objetivos que te hagan feliz A TI, no a los demás.
• Pregúntate a ti mismo cuestiones como “¿qué quiero ofrecer a mi familia / comunidad / mundo?” o “¿cómo quiero crecer como persona?”. Estos interrogantes te ayudarán a determinar el camino a escoger.
• Trata de alinear tu propósito con tus propios valores personales. Pregúntate “¿por qué hago lo que hago?”. Esto será lo que te ancle en tu objetivo, y que no abandones a pesar de la adversidad, los problemas, o cualquier otra situación que se te presente en el camino.

 

2. ¡Prioriza tus acciones!

Esta será seguramente la parte en la que suelas encontrar problemas: ya tienes una idea de lo que quieres hacer, pero deseas conseguirlo tan rápido, que al final acabas sólo con angustia y un lío tremendo.

Por eso es esencial que priorices.

Intentar trabajar en cada área de tu vida a la vez puede saturarte e incapacitarte para lograr tus objetivos.

 

 

Divide tu meta en tres niveles:

• El primer nivel debe ser el más importante de todos, y puede que sea el más sencillo y el que más naturalmente consigas.
• Los niveles segundo y tercero son menos importantes, y también pueden ser más limitados y específicos.

 

Por ejemplo, si lo que quieres es iniciar tu propio negocio, en el primer nivel estaría qué pasos dar para crearlo, o buscar la información para conseguirlo. En el segundo nivel podría ser cómo promocionar ese negocio o cómo conseguir más clientes, y en el tercero, cómo mejorar los productos que vendes o cómo expandir tu emprendimiento.

 

3. Establece los pasos específicos y escríbelos

Es importante que establezcas los pasos específicos que debes dar para acercarte a tus objetivos; pero también necesitas ser realista.

Si lo que quieres es abrir un restaurante y no tienes dinero para hacerlo, debes darte cuenta de que por mucha ilusión y trabajo que empeñes, sin capital no conseguirás nada.

Por eso es necesario ser realista, y buscar alternativas para lograr tus objetivos.

Piensa en varias opciones en caso de que la primera – cuando la pongas en práctica – no funcione.

 

 

Por ejemplo, pide un préstamo de dinero; si no te lo conceden, pide dinero a tus familiares y amigos. Si ellos tampoco pueden, analiza otra formas de conseguir dinero (un segundo trabajo, vender algunas pertenencias, hacer crowdfunding).

Si ninguna de esas ideas es viable, piensa otra manera de comenzar tu restaurante (¿quizá empezando un negocio online de comida? ¿Colaborando con un socio o inversor? ¿Con un pequeño puesto en la calle?).

Pregúntate algunas cuestiones como:

• ¿Qué necesito hacer para conseguir esto? ¿Habrá alguien que me tenga que ayudar para algún paso?
• ¿Cómo puedo ejecutar cada paso?
• ¿Qué paso es el primero que necesito dar para empezar? ¿Cuál es el segundo? ¿Y el tercero, cuarto, quinto?

 

Una vez que hayas pensado un poco en esto, ¡escribe todo el proceso en un papel!

Lo mejor que puedes hacer para tener todo organizado es escribir primero en una hoja todos los pasos y acciones que se te vayan ocurriendo, y luego poner al lado de cada paso un número con el orden en que tendrás que ejecutarlos.

 

 

Después, en otro papel en limpio, añade cada paso de forma ordenada, con el máximo posible de detalles que necesites, y con una fecha límite para realizar cada uno.

Escribir – ya sean metas, motivaciones, o pasos a dar – suele hacer que sintamos que es algo más real; y poner una fecha límite hará que te comprometas más para cumplir con ello.

 

4. Identifica tus posibles obstáculos

A nadie le gusta pensar que algo puede salir mal cuando quiere llegar a una meta. Pero lo cierto es que algo puede no ser como tú pensabas, y es mejor estar preparado a que un problema te pille por sorpresa.

Aquí lo que puedes hacer es tomar otra hoja y anotar los obstáculos que se puedan presentar.

 

 

Piensa que las dificultades no sólo pueden ser internas (por ejemplo, no saber cómo hacer algo), sino también externas (falta de dinero y competidores si vas a poner un negocio…).

 

5. Investiga tus pasos a dar

Para conseguir lo que quieres en la vida, necesitas comprender exactamente cómo puedes llegar hasta ahí. Y la mejor forma de hacerlo es examinar tu lista de pasos y de obstáculos.

Toma ambos listados y ve marcando en color verde qué aspectos son los que sabes hacer, o los que puedes resolver tú mismo.

Con el resto de pasos y obstáculos que desconozcas, investiga.

 

 

Busca a alguien que haya hecho eso antes y pregúntale (a mí puedes dejarme un comentario en este o cualquier artículo, y te responderé ayudándote).

Busca en Internet artículos, tutoriales o vídeos donde adquirir más información. Toma un curso (hay cursos gratuitos que son igual de buenos que los de pago) o lee libros sobre esa materia concreta.

Nadie nace sabiéndolo todo, y gracias a Internet hoy día es más fácil que nunca acceder a toda clase de datos y contactar con todo tipo de personas.

 

6. ¡Empieza HOY con el primer paso!

Uno de los pasos más difíciles para lograr tus objetivos es tomar el primer paso. ¡Empieza inmediatamente!

Incluso aunque no sepas cuál será tu curso de acción, comienza y confía en tus instintos. Cuando completes ese primer paso, te darás cuenta de que estás en el camino que quieres.

 

 

Y estarás más inclinado a continuar trabajando en tu meta porque empezarás a sentir resultados inmediatos.

Recuerda que aquí es importante que revises tu lista de pasos a diario, y vayas tachando los que ya hayas ejecutado para que veas como estás avanzando.

 

Los pasos que hayas terminado puedes moverlos a una lista aparte de “objetivos logrados”. Esto será una buena fuente de motivación porque verás lo que has conseguido, y tendrás más predisposición a seguir adelante con tu idea.

 

Ahora es TU TURNO

Es sencillo angustiarse y confundirse con un proyecto nuevo que queremos que genere resultados lo antes posible; pero como ves con este artículo, es mucho más fácil deshacerse de esas preocupaciones y lograr tus objetivos propuestos si tienes cierta organización y sabes qué pasos dar en cada momento.

Ahora te toca a ti, y me interesa mucho saber si te has encontrado con este problema de falta de concentración y no conseguir tus metas en alguna situación.

¿Te has sentido perdido, confundido y sin saber cómo manejar la creación de tu negocio?

Déjame un comentario aquí abajo contándome tu historia y preguntándome cualquier duda que tengas sobre este tema. ¡Leo todos los comentarios y los respondo a todos!

Y si te gustó el artículo, ¡compártelo en todas tus redes sociales! Quizás ayudes a alguien a lograr sus objetivos y conquistar sus sueños.