Descubre las sorpresas desagradables que nadie te cuenta antes de emprender

Ser emprendedor no es tan lindo como parece en las películas: no te despiertas un día queriendo cumplir tus sueños, te encuentras con un par de obstáculos fáciles de superar, y te conviertes en pocas semanas en un hombre (o mujer) de éxito.

Cuando decidí dejar mi empleo para emprender mi propio negocio, se me presentaron muchísimos inconvenientes de todo tipo que nadie (ni ningún film de éxito) me había contado hasta ese momento.

Sí, es cierto que tenía mi buen dinero ahorrado gracias a mi puesto en una buena compañía, pero te aseguro que la economía de un emprendimiento, si tú también decides ser tu propio jefe, será el menor de tus problemas.

(Leer: Por qué dejé mi empleo de $4.000 al mes para ser libre)

De hecho, para mí afrontar los aspectos psicológicos y emocionales de ser emprendedor fueron lo más difícil con lo que me encontré.

Por eso quiero que tú hoy conozcas cuáles son esos obstáculos con los que estoy casi seguro que tropezarás en alguna etapa del camino. ¡Ojo! Con esto no quiero desanimarte ni que tires la toalla, nada más lejos de eso.

Simplemente quiero que, antes de lanzarte al mundo de los negocios por tu cuenta, sepas que, aunque hay etapas también muy dulces, te encontrarás con otras muy amargas.

Y quizás, si sabes de antemano cuáles son estos retos, podrás afrontarlos mejor cuando se te presenten e incluso tener un plan para vencerlos.

 

 

1. Ser emprendedor es solitario

Cuando fundas tu primer negocio – especialmente si es uno pequeño – no hay división de recursos humanos, ni departamento de cuentas, ni una glamurosa oficina llena de empleados felices.

Estás tú, y sólo tú, el fundador de la compañía, sin nadie más, y eres tú quien debe supervisar todas esas tareas administrativas.

Y cuando estás en la carretera yendo a conseguir clientes potenciales (o navegando en la red si tu negocio es online) las cosas en la oficina no se van a hacer solas porque tú no estás allí, ni hay nadie más para hacerlo.

 

Descubre las sorpresas desagradables que nadie te cuenta antes de emprender

 

Así que sé fuerte, que esa soledad no te pare los pies para seguir adelante. En mi caso, me apoyé además en mi familia y mis amigos para hablar con ellos de los problemas que iban surgiendo y así desahogarme de alguna manera.

En cuanto a la administración, una buena forma para no agobiarme con todas las tareas que debía realizar fue contratar personal temporal externo. Así conseguí quitarme algunas labores sin importancia que otros también podían hacer.

De este modo, tenía tiempo suficiente (y menos carga emocional) para ejecutar aquellas cosas que sólo yo podía hacer.

 

2. El talento no espera fuera de tu puerta

Por muy apasionado que seas con tu emprendimiento, la persona que intentes contratar como empleado quizás no lo sea.

Y puedes verte frustrado en el proceso de contratación cuando veas que ningún entrevistado tiene esa misma pasión, o los conocimientos o habilidades que tú solicitas.

Pero ten en cuenta que la gente más cualificada no va a dejar sus puestos para unirse a un negocio que no conoce, en el que le pagan menos y hay más incertidumbre.

 

Ser emprendedor

 

No te rindas, y promociónate a ti mismo y a tu marca compartiendo tu visión con esos posibles empleados; enséñales lo positivo del inicio de tu negocio para ellos, como tener más responsabilidad y la oportunidad de aprender nuevas habilidades.

Una vez que tengas a ese trabajador a bordo, mantenlo satisfecho. Es crucial en un equipo de estas características estar unidos y hacer que esa persona a tu cargo esté cómoda en su puesto.

(Leer: Cómo ser un buen líder y no morir a manos de tus empleados)

 

3. Encontrar inversores es duro

Incluso en un mercado boyante con gran demanda, encontrar el inversor adecuado para ti puede ser duro. Sí, quizás tengas varios que quieran invertir en tu negocio, pero ¿son los más apropiados?

No creas que yo antes de ser un emprendedor era Rico McPato y tenía una fortunada acumulada. Yo también tuve que enfrentarme a buscar inversores adecuados para mi proyecto que me ayudasen.

 

Ser emprendedor

 

(Leer: Cómo encontrar inversores y que se enamoren de tu proyecto)

Antes de empezar a buscar capital, pregúntate cuál es el valor real de tu negocio, cuál es el margen de beneficios que te gustaría compartir con los inversores, y qué términos son los justos para ambas partes.

 

4. Convencer a los clientes para comprar tu producto también es duro

Hacer promoción de un nuevo negocio no es ningún paseo por el parque. Quieres que los clientes te compren, pero cuando éstos no te conocen, tienes que trabajar el doble para convencerles.

Es una situación muy parecida a un juicio: tú eres el abogado defensor, y debes convencer a un jurado que ni te conoce a ti, ni conoce a tus productos, para que compren.

 

Ser emprendedor

 

Ganar reconocimiento para tu marca, artículos o servicios requiere persistencia, pero también paciencia: cerrar una venta te llevará más tiempo del que inicialmente imaginabas.

La resistencia también será necesaria para no venirte abajo si por el motivo que sea pierdes a un cliente. Pero es sólo un pequeño tropiezo; levántate siempre y sigue vendiendo.

 

5. El dinero es el rey

Aunque, como ya te he dicho antes, conseguir capital inicial puede ser el menor de tus problemas, una vez montado tu negocio, los beneficios generados sí que deben preocuparte.

Un buen flujo de dinero es la clave para que un emprendimiento tenga éxito y asegurarte una buena base financiera para seguir desarrollándolo.

 

Ser emprendedor

 

Esto significa que ser pagado es crucial, pero los clientes no siempre responden a sus facturas a tiempo. En el caso de un comercio tradicional, no hay problema porque si alguien quiere comprar algo, es necesario pagar en efectivo.

Pero ¿qué pasa si tus productos pueden ser pagados a plazos, o das asesorías por las que cobras cada mes? Siento decirte que, tarde o temprano, vas a encontrarte con alguien que se retrase bastante en esos pagos.

Y que debes estar preparado para esta situación porque, aunque pienses que a ti no te sucederá (yo lo creí durante mucho tiempo), al final acabará pasándote.

 

6. Pagarás un gran peaje personal

Aunque ser emprendedor es una tarea solitaria en lo que se refiere al sector laboral, en el terreno personal iniciar tu propio negocio puede suponer un gran coste.

No hay nada del tipo “horario de 9 a 5” para el fundador de un negocio, y tampoco hay vacaciones (en los comienzos) para tomar una pausa de tu trabajo. A menos que tengas un socio con el que compartir la carga, no puedes recoger todo y largarte cuando quieras.

En mi caso, el resultado de no tener vacaciones los dos primeros años, y dedicar más de 8 horas al día a mi proyecto (e incluso algunos fines de semana) desembocó en que la relación con mi novia terminase.

 

Ser emprendedor

 

Para ti no tiene porque ser así, pero debes tener en cuenta que hay una posibilidad de que pase.

¿Eres una mujer que tiene pareja y quieres tener hijos? Conozco a compañeras emprendedoras que, después del parto, sólo han podido tomarse una semana libre. Así que eso debes aceptarlo también.

En este aspecto es donde tener un socio o un cofundador puede ser un factor muy valioso si quieres ser emprendedor.

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