Descubre cómo administrar tus negocios desde cualquier lugar con estos 5 secretos

Cuando comencé a viajar por el mundo, y respondía a quien me preguntaba que mientras viajaba, también trabajaba, siempre recibía la misma respuesta:

¡Qué estilo de vida más glamuroso parece!

– Puedes trabajar desde donde quieras, tener tu propio horario y ser tu propio jefe. ¡Te envidio!

Lo que las personas que me contestaban no sabían es que esas mismas características que lo hacen tan deseable, también lo convierten en algo terrible.

Con la completa libertad que existe entre elegir explorar tierras extrañas (y su cultura) o sentarse frente a la computadora a responder emails, hacer llamadas, y otras tareas, ¿quién iba a elegir ésto último?

Si te dan la opción, probablemente elijas cerrar tu laptop e ir a visitar esa paradisiaca playa de la que tanto has oído hablar.

El estilo de vida nómada puede parecer atractivo, pero no hay nada glamuroso en ponerte de los nervios porque tu conexión a Internet en un pequeño pueblo se ha ido justo dos minutos antes de una importante llamada de negocios o del lanzamiento de un producto.

Sin embargo, es posible encontrar un balance entre administrar un negocio con éxito y viajar al mismo tiempo, siempre y cuando gestiones bien el tiempo y tengas una organización cuidadosa.

Es difícil establecer una rutina cuando constantemente cambias de localización y de husos horarios, pero no es imposible. A mí me costó algún tiempo adaptarme, pero lo conseguí.

 

Cuando comencé a viajar para aclarar mis ideas – justo después de dejar mi empleo – administrar un negocio mientras volaba por el mundo nunca fue mi intención. Sólo quería viajar.

Iniciar mi propio negocio era un pensamiento secundario, y cuando mi web de vídeos diarios motivacionales empezó a ganar tracción, no estaba dispuesto a regalarle más de mi tiempo a ese proyecto y quitárselo a viajar.

 

Descubre cómo administrar tus negocios desde cualquier lugar con estos 5 secretos

 

Pero, cuando me di cuenta de que mi emprendimiento estaba creciendo más despacio de lo que esperaba por no dedicarle el tiempo necesario, me replanteé la situación y pensé en cómo organizarme mejor.

Viajar siempre fue mi prioridad, pero si no construía algo estable que me proporcionase ingresos fijos, ese sueño desaparecería en un tiempo; al fin y al cabo, y por desgracia, sin dinero no se pueden hacer las cosas que realmente te gustan.

Hay una forma de lograr un balance entre ambos mundos – al menos este proceso es el que me ha funcionado a mí -. Requiere disciplina, pero se puede conseguir.

Y por eso hoy quiero compartirte mis 5 secretos para administrar tu negocio mientras viajas, o incluso mientras estás de vacaciones y lo que quieres es tenerlo todo bajo control.

 

1. Conoce tus horas óptimas de trabajo

Esta es la parte más importante para administrar un negocio mientras viajas (o estás de vacaciones). Necesitas saber qué horas son en las que trabajas mejor y eres más productivo.

Conociéndote a ti mismo, puedes planear mejor tu día para aprovechar tu productividad al máximo.

 

 

Yo trabajo mejor por las mañanas, y por eso hago todo el trabajo posible antes de la comida de mediodía; así puedo después del almuerzo ir a visitar los sitios que quiero y disfrutar de la alegría de esas horas.

Las labores más “aburridas” pero sencillas, como contestar emails, las reservo para después de la comida cuando quiero terminar mi jornada e ir después a disfrutar de la tarde.

 

2. Crea un horario

Mantener un horario en la carretera es duro porque siempre estás moviéndote de un lado a otro y, en muchas ocasiones, la franja horaria cambia completamente de una ciudad a otra.

Pero crear uno, incluso aunque no puedas cumplirlo completamente, te permitirá organizarte mejor en ciertos días y escribir tu lista de cosas por hacer para gestionar mejor tus horas.

 

 

De esta manera, estructurarás mejor las horas que quieras tener libres para disfrutar de actividades divertidas que se pueden hacer en unas vacaciones por ejemplo.

 

3. Toma un día sólo para trabajar

Una de las decisiones más difíciles que tuve que tomar en mi primer emprendimiento – y que hoy día me sigue costando – fue dedicar un día completo a atender mi negocio.

Debes desarrollar una rutina donde, cada pocos días, te sientes en una silla y sólo te centres en el trabajo. Esto ayuda a alcanzar las metas propuestas y liberar tu mente de pensamientos como revisar si tus ventas han aumentado mientras estás visitando alguna atracción turística.

En situaciones como esa, tu mente puede estar en dos sitios a la vez, y terminar por no disfrutar de la experiencia de tu viaje.

 

 

Por ejemplo, en un viaje a las islas Galápagos que hice, sólo podía pensar en el trabajo, y días después de terminar mi visita, me dí cuenta de que lo había disfrutado mucho menos por culpa de eso.

Cuando volví de mi viaje, sabía que había algo que tenía que cambiar. Fue entonces cuando decidí que, cada cuatro días, dedicaría toda una jornada sólo a administrar mi negocio.

Esto me ha permitido hasta ahora focalizar mi atención donde estaba y ser mucho más feliz, a la vez que las tareas eran terminadas a tiempo.

 

4. Dí NO

Esto funciona en dos sentidos: en el primero, has de decir NO a aquellas cosas que no ayudan al corazón de tu negocio. Es fácil decir sí a entrevistas para contratar a otros, a llamadas o a proveedores que contactan contigo para hacer negocios.

Pero cuando viajas y trabajas, cada segundo del día importa.

Si algo no va a mejorar o dar un empujón hacia adelante a tu negocio, no digas sí simplemente por cortesía. Aprende a decir NO.

 

Hombre sosteniendo un cartel con la palabra NO delante de su cara

 

Segundo, aprende a decir NO a la gente que conozcas por el camino. Probablemente ellos estén de viaje en vacaciones, pero no lo harán mientras administren un negocio como haces tú.

Tendrán mucho tiempo libre (lógico porque están de vacaciones) e intentarán animarte a que salgas y visites el lugar a todas horas. Resístete.

Siempre habrá otra noche que puedas salir de fiesta, pero atender una llamada importante puede ser la única oportunidad que se te presente. Quedarte a gestionar tu empresa una noche no es el fin del mundo.

De hecho, ahora que lo pienso, esta “lección” puedes también aplicarla si estás iniciando un proyecto de negocio, y sólo tienes ganas de salir a divertirte cada día con tus amigos.

Recuerda: iniciar un negocio conlleva algunos sacrificios, pero las recompensas en el futuro valdrán la pena.

 

5. Organízate con tiempo

Yo soy una persona a la que le gusta planear y hacer listas. Esto me permite prepararme para esas épocas en las que no puedo manejar mis negocios online porque debo administrar aquellos que son del mundo físico.

Así lo que hago es mantener un calendario, planear todo lo que puedo, y usar los días dedicados a trabajar para ser lo más productivo posible.

 

 

No seas reactivo: se proactivo. Usa cada momento que puedas para quitarte las tareas que debas hacer, y dejar espacio para tomarte tus días libres.

A través de tener un calendario y una agenda, he sido capaz de dejar a un lado mi trabajo cuando lo necesitaba, y no tener que checar la computadora mientras lo pasaba bien para ver cómo iban mis emprendimientos.

 

Usando estas cinco técnicas puedes desarrollar hábitos que te permitan bloquear distracciones que pueden pararte en tu camino para llegar a las metas que quieres alcanzar en tu negocio.

Es difícil mantener la disciplina cuando tu negocio depende principalmente de ti por ser el dueño, pero no es imposible. Si yo lo he logrado, tú también puedes.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

©2024 X MEME COINS WordPress Theme by WPEnjoy