Puesto que encontrar un buen socio o cofundador suele ser un proceso difícil y arriesgado, no es ninguna sorpresa que muchos emprendedores decidan acudir a sus familiares para montar un negocio familiar. Pero esto no quiere decir que sea más fácil que cualquier otro negocio, al contrario.
De hecho, mantener separadas las relaciones familiares de las laborales es una ardua tarea en cualquier ámbito; y cuando se trata de manejar un negocio familiar, hay que echarle el doble de disciplina, planificación y esfuerzo en comparación a ser tú el único dueño de tu negocio.
Pero ¿qué precauciones y estrategias se deben poner en práctica para que tu negocio en familia funcione como la seda y se convierta en un legado sólido que pasar de generación en generación?
Son muchas las ocasiones en las que se nos puede presentar la oportunidad de trabajar en familia: algún miembro no tiene capital suficiente y tú decides unirte a su proyecto, o quizás porque tenéis un ADN o cualidades innatas de emprendedores en la familia…
(Leer: ¿Tienes las características de un emprendedor exitoso?)
Aunque esto tiene múltiples ventajas, también cuenta con varios inconvenientes; y como dice el refrán, es mejor prevenir que curar, sobre todo en cuanto a mezclar negocios con familia se refiere.
Elegid a un líder
Las compañías gestionadas por un comité de familiares pueden desembocar en discusiones amargas y llevar a la paralización de ciertas actividades.
Designar a alguien como el líder que tiene la última palabra es una buena manera de evitar estas disputas potencialmente tóxicas que afectarán tanto al negocio como a los lazos de sangre.
Esta persona no tiene por qué ser la de mayor edad, sino la más juiciosa o más experimentada en el sector de los negocios.
Si tu negocio está compuesto sólo de dos miembros (por ejemplo, tu hermano y tú), los dos podéis ser los líderes; pero sería buena idea tener también una tercera persona ajena a la familia (un abogado o contable) que medie si ninguno de los dos llegáis a un acuerdo en algo.
¿Has tenido la suerte de triunfar en la vida y tienes una gran empresa? Cread una junta de miembros que anualmente seleccione a un presidente de entre los candidatos disponibles con las habilidades necesarias.
Evita acuerdos hechos con un apretón de manos
Los contratos formalizados, procedimientos de operaciones, y otro tipo de acuerdos son mucho más importantes en los negocios familiares. Confiar en un acuerdo hecho con un apretón de manos deja demasiado espacio para la interpretación libre y el desastre.
Para evitar potenciales disputas familiares asegúrate de que todo – desde el pago o cobro de dividendos hasta otras medidas disciplinares – esté plasmado por escrito y firmado antes de que vuestro negocio comience a operar.
Estos documentos os permitirán compartir la carga del negocio tanto en los buenos tiempos, como en los malos.
Los familiares no pueden ser despedidos
Bueno, sí que pueden, aunque eso nunca termina bien. Hace poco, el nieto de un hombre de negocios me contó que su familia se había roto porque en los años 40 uno de sus tíos despidió a su propio hermano del negocio familiar.
Vendieron la empresa hace ya más de dos décadas, pero el distanciamiento en la familia seguía presente hoy en día.
No hay ningún método “a prueba de balas” para evitar este riesgo, pero sí algunos pasos que se pueden dar para prevenirlo. En primer lugar, aseguraos de que las expectativas de actuación de cada uno estén claramente definidas.
Después se deben establecer fuertes mecanismos para detectar si hay un problema, e identificarlo de manera rápida y objetiva. Por último, involúcrate en ese negocio sólo con familiares con la suficiente madurez para reconocer situaciones en las que necesiten irse (y esto aplícatelo también a ti).
Si existe cualquier tipo de duda antes o durante el inicio, no te metas en negocios con esa persona.
La confianza y transparencia debe ser total
Muy relacionado con el punto anterior es la total confianza que debe existir entre los miembros del negocio familiar. Ésta debe de ser mutua, pero también hay que añadir otro importante elemento a la ecuación: la transparencia.
Es altamente dañino iniciar un proyecto de este tipo si existen viejas rencillas personales o recelos antiguos, y por este motivo es mejor aclarar estos aspectos para que en un futuro no resulten tóxicos para la propia administración de la empresa.
En muchos casos, aquellos socios que también son parientes terminan por trasladar sus asuntos personales a los empresariales; así que es mejor aclararlos antes o, si no se está seguro, no seguir adelante con el emprendimiento.
Haz que las críticas sean constructivas
Las críticas entre familiares pueden doler mucho más que entre colegas o socios sin lazos de unión.
Una vez presencié una crítica inesperada de un hermano a otro con un negocio conjunto mientras yo estaba en su tienda comprando; la conversación terminó subiendo tanto de tono que llegó un momento en el que en el local sólo se oían voces echándose en cara discrepancias por trifulcas de la infancia.
Así que actuar con un criticismo constructivo es obligatorio para poder mejorar el negocio. Los miembros de la familia que den y reciban críticas deben tomarse un tiempo extra para enmarcar esa discusión en un contexto únicamente profesional y mantener ambos un cierto nivel de madurez.
Reconoce los puntos ciegos de tu negocio familiar
Lo normal es que, si formas un negocio familiar con tus parientes, todos tengáis puntos de vista si no iguales, al menos muy parecidos; seguramente hayáis ido a las mismas escuelas, os hayáis criado en los mismos círculos o barrios, y compartáis amigos en común.
Mientras que esto puede ser una gran fortaleza, también asegura que paséis por alto ciertos aspectos que quizás no consideréis importantes: es lo que se llama puntos ciegos o posibles debilidades sin detectar de un negocio.
Una manera de reducir estos puntos ciegos es incorporando al equipo a varias personas externas al círculo familiar como, por ejemplo, varios empleados. Así, estos individuos pueden ofrecer otras opiniones contrastadas, o diferentes puntos de vista sobre algo.
Si tu negocio es pequeño y no tenéis empleados a vuestro cargo, la tarea será más difícil; así que aseguraos bien en este caso de que repasáis cualquier tipo de agujero que pueda haber en el negocio familiar, revisando más exaustivamente cada una de las partes de la compañía.
Realizar un reparto justo de las actividades
Quizás a ti te entusiasma tratar a los clientes, pero en lo que eres realmente bueno es en la contabilidad del negocio familiar, y tu otro pariente tiene más soltura con las palabras para atender a la clientela.
Por eso, desde el principio, se debe dejar claro cuáles serán las tareas de cada persona de acuerdo no a lo que a uno le gusta más y a otro menos, sino a lo que cada uno sabe (objetivamente) hacer mejor.
Y como ya te dije antes, es esencial dejar esto claro por escrito, por ejemplo, en el plan de negocios que elaboréis antes de iniciar el negocio.
(Leer: ¿Cómo escribir un plan de negocios exitoso? Infografía)
Con esta precaución evitarás las típicas disputas como quién trabaja más y quién lo hace menos, o quién ejerce las actividades más duras.