Un modelo de negocio es algo básico a la hora de comenzar una empresa, ya sea grande o pequeña, porque es el mecanismo que nos va a ayudar a buscar cómo generar ingresos y tener beneficios. Pero la mayoría de emprendedores se ven atascados en esta parte del proceso antes de iniciar su negocio.
Y no es para menos: un plan de negocios es algo complejo de realizar si nunca hemos escrito uno o si nuestra experiencia empresarial es mínima o inexistente aunque tengamos deseos de formar nuestra propia compañía.
Aquí te damos todas las claves paso a paso para diseñar tu propio modelo de negocio y conseguir convertirte en un emprendedor de éxito desde el minuto uno en el que abras tus puertas al público.
Un plan de negocios es algo que nadie debería hacer de la misma forma. Todas esas plantillas para descargar que puedas encontrar en Internet pueden servirte de guía, pero tu modelo de negocio debes plantearlo (y escribirlo) de forma diferente según a quien vaya destinado.
Si lo que deseas es buscar inversores privados o pedir dinero a un banco para comenzar tu proyecto, debes incluir todos los datos detallados lo máximo posible. Crea al final de tu modelo de negocio un anexo en el que figuren todas las cifras económicas necesarias.
Si tu plan de negocios está hecho para ti mismo, para poder valorar cuánto dinero necesitarás, qué nicho de mercado es tu objetivo, etc. también deberás incluir todas las cifras posibles y un plan de estudio de tu competencia para saber a qué riesgos puede enfrentarse tu compañía.
En cuanto al formato, lo ideal es que tenga entre 20 y 25 páginas, y el formato de letra debe tener un tamaño que se pueda leer fácilmente. Además es una buena táctica que sea también visual, es decir, incorporar diagramas, gráficos, fotografías…
Centrándonos en tu modelo de negocio, la primera parte que debes desarrollar es la del resumen ejecutivo – en el que no debes excederte más de 2 páginas -. Este resumen tiene que ser directo, y debes conseguir transmitir la idea de tu negocio de una forma atractiva para que la persona que lo tenga en sus manos quede enganchada y siga queriendo leer el resto.
Debe describir el proyecto, e incluir en éste por qué aporta valor al cliente; además hay que señalar claramente por qué este proyecto tendrá éxito, y el mercado al que va dirigido (a qué clientes les interesaría, qué perfiles tienen esas personas, por qué comprarían el producto o los servicios…)
Otros aspectos importantes a incluir son el dinero que será necesario para comenzar esa empresa, y cuál sería la rentabilidad estimada que se prevee (los ingresos y beneficios).
La descripción del proyecto es básicamente el resumen pero de una forma más ampliada: se trata de reflejar de qué trata más exactamente el negocio, qué es lo que quieres ofrecer, por qué es distinto tu producto o servicio del resto de tus competidores, y si realmente hay una oportunidad de negocio detrás de todo eso.
En la siguiente sección de tu modelo de negocio, tienes que especificar en qué mercado vas a establecer tu proyecto. Para esto, es importante que investigues antes cuánto dinero mueve tu producto en las distintas empresas que se dedican a ello al año.
Después debes señalar cuál será en concreto tu tipo de cliente. Debes responder a preguntas tales como ¿quién es tu cliente? ¿Por qué comprará tus productos y no los de tu competencia? En definitiva, especificar cuáles serán tus clientes potenciales.
Está claro también que la competencia es otro de los factores que pueden hacer que tu negocio fracase, y por ello es casi obligatorio que añadas un estudio de competencia: cuáles son las empresas de tu sector que competirían contigo, cómo se comportarán cuando introduzcas tu producto en el mercado…
Añade también una buena descripción de tu proposición única de valor, es decir, la respuesta a la pregunta ¿por qué los clientes me van a comprar a mí y no lo harán a mis competidores?
Un punto clave tanto para tu plan de negocios como para más tarde formar tu empresa es sin duda el equipo que te rodee, porque son ellos – junto a ti – los que serán capaces de llevar el proyecto de una idea en papel a la realidad.
No es necesario en esta sección detallar a todos los miembros que formarán tu personal, pero sí deberás especificar una descripción de las personas clave que serán parte de tu empresa a través de un organigrama en el que incluyas:
- El nombre de cada persona y el puesto que ocuparán.
- Una descripción breve de un par de líneas sobre experiencias pasadas que demuestren que beneficiarán a tu compañía.
Normalmente se suelen incluir en este organigrama a un CEO (director ejecutivo), a la persona responsable de las actividades comerciales o de negocio, y a aquellos con responsabilidades técnicas.
Una buena idea es que añadas también a esto tu mesa de consejo, en la que se incluyen una mezcla de asesores legales, financieros, y / o mentores.
Ya has mostrado cómo funcionará la empresa a nivel externo (cuáles serán tus clientes, el producto o servicio a vender, etc.), pero llegados a este punto, debes reflejar otra parte muy importante dentro del modelo de negocio: el funcionamiento de la compañía a nivel interno.
Para ello, muestra la cadena de valor de tu negocio, que dará una buena visión de las tareas principales y cómo se integran entre sí. Abajo tienes una imagen con un claro ejemplo de qué es esta cadena de valor, la cual es muy útil para identificar aquellas actividades primarias y cuáles le sirven de apoyo.
Está claro que dependiendo de tu tipo de empresa, tendrás que señalar unas actividades u otras dentro de este apartado, pero hay algunas de ellas que son imprescindibles que reflejes, como son:
- La producción: cuánto cuesta producir el producto o servicio, qué otras personas intervienen en esta producción…
- El marketing: cómo se determinará el precio del producto, cuánto quiere pagar el cliente, cómo se dará a conocer la empresa…
- Las ventas: cómo se venderán esos productos o servicios (en locales, a través de Internet, serán productos digitales o productos físicos), cuántos clientes o sector de mercado se pretende conseguir para esas ventas…
Algo que muchos emprendedores suelen olvidar al realizar su plan de negocios es plasmar en qué momento histórico se encuentra su empresa. Este es un factor importante ya sea para presentar el modelo de negocio a los inversores, o aunque sólo nosotros vayamos a leer esta propuesta.
Hay que responder a preguntas como desde qué fecha se está trabajando en el proyecto, el tipo de aportaciones que se hayan recibido hasta ese momento (bien sean de dinero, de tiempo, o de ambas), si se ha conseguido ya financiación o no, la fecha de lanzamiento para el producto o los servicios…
Lo ideal para que, además, resulte atractivo y claro de ver sobre todo si se presenta el modelo de negocio a unos inversores, es que se realice una gráfica con una línea de tiempo en la que se incluyan estos aspectos.
Esta parte es esencial que quede reflejada de forma exhaustiva y de la forma más detallada, ya que es la parte más vital de todo nuestro modelo de negocio. En ella se deben abordar las siguientes cuestiones:
- Cuál es la inversión que se necesita, y en qué se va a gastar esa inversión.
- El tipo de empresa que se va a constituir (Sociedad Anónima, Sociedad Limitada, etc.).
- Cuál es el capital con el que se constituirá o se ha constituido nuestra compañía.
- Cuándo se produce el punto de equilibrio, es decir, la cantidad de ventas que son necesarias para cubrir todos los costes del proceso.
- Cuáles serán las ganancias del inversor si estamos buscando una persona externa que nos financie nuestro proyecto.
Este apartado del plan de negocios es vital para anticiparnos a posibles riesgos que pueda tener nuestra compañía y, además, poder tener una solución de antemano a ello, aunque muchos emprendedores suelen olvidarse de este asunto; pero es sin duda algo que nos ayudará a reaccionar a futuros problemas que puedan surgir.
Lo ideal es incluir en nuestro modelo de negocio esta sección con una tabla en la que se identifiquen el riesgo a correr, el impacto que este riesgo pueda tener (alto, bajo, medio), la probabilidad de que algo así suceda, y la posible solución que le podríamos dar.
Los riesgos más comunes a incluir suelen ser la nueva competencia que pueda aparecer en nuestro nicho de mercado, que se tenga un menor crecimiento del que esperábamos, que no atraigamos a tantos clientes como pensábamos, o que los costes de producción sean más altos de lo esperado.
Además de incluir todo lo anterior en tu modelo de negocio, hay un par de consejos que deberías tener en cuenta a la hora de diseñarlo y presentarlo a los inversores que deseas que apoyen tu proyecto (en el caso de que requieras una financiación externa).
Si estás buscando inversores privados para comenzar tu empresa, lo ideal es que, junto con tu plan de negocios, diseñes también una presentación – ya sea con diapositivas, en Powerpoint, o ¡incluso con un divertido y original vídeo! – en la que recojas todos los puntos clave resumidos. Esto hará que tu propuesta sea más atractiva a ojos de los inversores.
También en la sección de riesgos es buena idea que presentes varios escenarios que se puedan presentar; esto es, presentar 3 tipos de situaciones: la pesimista (lo peor que puede pasar), la esperada, y otra situación optimista.
Y por último, si hay alguna cuestión que no tiene cabida dentro de todos los apartados anteriores, debes también abordarla en un último apartado. Por ejemplo, si tus inversores quieren permanecer en el proyecto sólo un tiempo determinado o quieren estar siempre en la empresa, qué es lo que ellos quieren conseguir, etc.