Tener soltura en otras lenguas que no sean la tuya incrementará tus opciones de encontrar trabajo – y un aumento de sueldo. De hecho, los intérpretes y traductores están entre los 5 empleos que más rápido están creciendo en el mundo.

Las recompensas de aprender otros idiomas son muchas: más amigos potenciales, viajar y comunicarte en otros países con más soltura, e incluso, según algunos estudios, ayuda a tomar mejores decisiones. Pero ¿qué pasa con los salarios o con la búsqueda de empleo?

Según un estudio reciente de la empresa de recursos humanos Randstad, aquellos candidatos que sepan más de un idioma tienen un 44% más de posibilidades de encontrar trabajo; y además, incrementa el sueldo en hasta un 30% debido a que las personas con estos conocimientos tienen salarios más altos.

 

Es cierto que el dominio del inglés en cualquier puesto es una ventaja tanto para ser contratado como para aumentar los salarios, pero ¿hablar una tercera lengua puede ser útil? Sí, y mucho, aunque con algunos matices.

Si quieres mejorar aún más tus oportunidades laborales, y sabes hablar inglés como si hubieses nacido en Londres, puedes aprender un tercer idioma, pero deberás escogerlo con cuidado dependiendo de la industria en la que quieras proyectar tu carrera.

Si vas a dedicarte a trabajar en una empresa multinacional con operaciones en Asia, la mejor opción será aprender chino o japonés, dos idiomas nada convencionales pero con un interés creciente. En el sector de la abogacía, estas dos lenguas asiáticas son también imprescindibles para tener un buen rendimiento laboral en el sector.

Sin embargo, si la compañía en la que te encantaría tener tu propio despacho destina sus acciones a Latinoamérica, lo ideal será aprender portugués. El árabe y el ruso, que poca gente se decide a estudiar, son también claves para encontrar trabajo ya que esos países ofrecen unas expectativas excepcionales para los profesionales del siglo XXI.

Tampoco debemos olvidarnos de otros idiomas más hablados: el francés tiene gran peso en las industrias sanitarias porque estos profesionales son altamente valorados en el país galo; pero si lo tuyo son las ingenierías mecánicas y eléctricas, el alemán (además del inglés) es también imprescindible.

 

Si en empleos técnicos (ingenieros, abogados, directores, etc.) es necesario tener un segundo y hasta un tercer idioma, en los trabajos no técnicos también es esencial saber otra lengua para encontrar trabajo u optar a un aumento de sueldo.

En los puestos relacionados con la hostelería (camarero, recepcionista de hotel, animadores de fiestas…) es raro que no se pida como requisito tener, al menos, un idioma tan globalizado como es el inglés; así que es fundamental tener al menos un nivel medio hablado.

 

Pero cada vez más en otras ocupaciones, como son la de dependiente, azafata de eventos, teleoperador, o asistente virtual, se está fomentando el uso de un segundo idioma para contratar a gente y tener oportunidades de ascender (y con ello, conseguir mejores salarios).

Esto se debe a la globalización y expansión de las empresas, en las que cada día se dan más cuenta que muchos de sus clientes no provienen sólo de un único país, y tener a una persona que pueda comunicarse adecuadamente con ellos les puede suponer un gran beneficio.

 

Dicen que lo mejor para aprender idiomas es irse a vivir y trabajar o estudiar en el país de origen. Pero ¿qué pasa si no se tiene ni un centavo para esto? Hay varias alternativas, igual de eficaces, pero que te costarán mucho menos.

Una de ellas es el intercambio de idiomas. Si vives en una ciudad grande, o en un sitio cercano a una universidad o escuela de idiomas, encontrarás anuncios de gente extranjera que ha ido a tu país para aprender el idioma y necesita un compañero para practicarlo. Así de paso tú también aprenderás y es una forma divertida y muy social de tener soltura en una conversación.

Hay incluso bares y cafeterías que todas las semanas organizan reuniones para aprender idiomas, o asociaciones vecinales que te facilitarán conocer gente con este método para llegar a conseguir que tengas más fluidez en la lengua que desees.

También Internet es una mina de recursos gratuitos y muchas páginas web ofrecen cursos online gratis. Por ejemplo, en la web de Deutsche Welle (el servicio de radio internacional de Alemania) hay cursos gratuitos, al igual que en Radio France International ofrecen también esta posibilidad.

Plantéate además el gran poder que tienen hoy día las redes sociales y conoce gente que esté interesada en mejorar el idioma que tú hablas y que pueda ayudarte a ti con el que deseas aprender. O usa las específicas para este fin como son My Happy Planet, donde puedes crearte un perfil y conocer gente a la vez que te diviertes.

Por supuesto (y si tienes un poco de dinero para invertir en tu educación) sigue existiendo la opción tradicional de acudir a una academia o escuela de idiomas, contratar a un profesor particular para que te dé clases en casa, o los famosos cursos en DVD con los que puedes estudiar en tu computadora.

Estos cursos suelen ser muy completos y normalmente resultan más económicos que las escuelas o las clases particulares; además, te dan la comodidad de estudiar en tu hogar y con la tecnología de hoy en día suelen incluir poder consultar a un tutor para aclarar tus dudas a través de correo electrónico o Skype.